Sufriendo el Domingo

  La verdad es que cuando me he levantado el domingo para salir me he notado bien, no estaba demasiado cansado como para no salir después de la paliza que me había dado el día anterior.

  A las ocho y pico me llama Sergio que llevaba un rato ya por Basauri porque no se había dado cuenta que eran a las ocho y media cuando habíamos quedado. Yo estaba desayunando en ese momento y le dije que me esperara un poco que bajaba. Jorge me ha comentado que quería darse un buen paseo así que también se animaba a salir hoy.

  Cuando pude baje donde habíamos quedado y Sergio estaba dando vueltas por allí. No tardo mucho en llegar Jorge acompañado de la gente del Ariz, con Goyo incluido.

  Sin mucha demora nos fuimos poco a poco para Usansolo y la verdad es que me costaba seguir el ritmo de ellos. No es que fuéramos rápido, es que yo estaba fundido del día anterior.

  Cuando empezamos a subir para el Mandoia por la presa Lekubaso, allí me di cuenta que no era mi día. Estos subieron ya como cohetes mientras yo me las veía y deseaba para poder dar pedales. Mi ritmo era malisimo aunque mis pulsaciones eran bajas. Mis piernas no me dejaban pedalear mas rápido aunque quisiera.

  Al llegar a Upo les iba a decir a estos que yo me daba media vuelta y me volvia a Basauri poco a poco haciendo cadencia para recuperar pierna porque no estaba para hacer rutas y menos exigentes. Ademas les estaba retrasando mucho a ellos y se que Jorge y Sergio, aunque mas el primero que el sábado se había quedado corto en la salida, querían hacer algo fuerte. 

  Jorge me comenta que baje con ellos desde Upo para Arrigorriaga por el cortafuegos y que luego si quería me fuera desde San Miguel. La verdad es que la cuesta la paja no es la que mas me motiva pero bueno, al menos no me volvía solo.

  Llegar al balcón de Upo me costo un sufrimiento y luego bajar por el cortafuegos en la parte de abajo fue otro. Estaba ya sin fuerzas y me pare antes de darme el guarrazo. Hice un pequeño amago casi parado pero al final no fue nada y pude seguir.

  Luego bajamos para las canteras de Zaratamo por la bajadita que conoce Jorge y que creo que Francis fue su maestro.

  En Arrigorriaga paramos a tomar coca cola y pintxo de despedida en una terracita y yo me volví a casa por San Miguel poco a poco mientras estos parece que se pegaron unas vueltas buenas por el Pagasarri, bajando por el Oro y volviendo a subir. Tenéis la crónica del día en el Blog de Jorge.

  Os dejo el perfil y un par de fotos.

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